Budapest en 5 días: conoce la ciudad en profundidad

No cabe duda de que hay muchas cosas que ver y hacer en Budapest, pero los que cuenten con 5 días para visitarla no se van a perder ninguna. Durante tu estancia vas a poder ver sus palacios, iglesias, ruins bar, los atractivos que esconde el barrio judío e, incluso, hacer un pequeño crucero por el Danubio y pasar unas horas en un balneario.

Budapest ofrece a sus visitantes historia y belleza a partes iguales. En este recorrido que te he preparado tienes toda la información que necesitas para disfrutar de esa fantástica ciudad.

El primero de los días en Budapest va a estar dedicado a una de las dos grandes zonas en las que se divide la ciudad: Pest. Si lo prefieres, puedes reservar un tour guiado por Budapest para hacer tu primer recorrido, ya que en la ciudad ofrecen estas rutas tanto a pie como itinerarios en bicicleta por Budapest.

Estas primeras horas en la ciudad no solo te van a servir para ver algunos monumentos y calles imprescindibles, sino también para conocer cómo te puedes mover por Budapest, qué tipo de restaurantes existen o el nivel de precios existente.

Maravíllate con el edificio del Parlamento

Una de las visitas imprescindibles de Budapest es el fabuloso edificio en el que se encuentra el Parlamento. Construido entre 1884 y 1902, en su momento fue la mayor obra del mundo. Cuenta con 691 salas, algunas de las cuales se pueden conocer, aunque solo con visitas guiadas al Parlamento.

Esta visita guiada te va a llevar, más o menos, una hora, a la que debes sumar el tiempo que se tarda antes de entrar para cumplir con todas las medidas de seguridad y conformar los grupos. Sus mayores atractivos son los siguientes:

• Escalera principal: será la primera impresión que vas a tener del Parlamento y te aseguro que no te va a decepcionar.
• Sala de la Cúpula: se encuentra dentro de la cúpula y en ella están colocadas varias estatuas de los reyes del país. La más popular es la de San Esteban, cuya corona también se puede ver en la misma sala.
• Antigua Cámara Alta: aunque hoy en día no se utiliza para la actividad política, su estructura sigue siendo la de una sala parlamentaria.

Sube a la torre de la Basílica de San Esteban

Cuando termines la visita al Parlamento, te recomiendo que pasees con tranquilidad por las calles de Pest en dirección a la Basílica de San Esteban, fácilmente reconocible por sus altas torres.

Esta iglesia es el templo más grande de todo el país y se calcula que puede albergar en su interior a unas 8.500 personas. La entrada es gratuita, aunque sí deberás pagar una pequeña cantidad para ver el Tesoro y la Cúpula. Además de ver su decoración interior, así como la mano momificada de San Esteban en la capilla, es imprescindible que subas a una de las torres (en ascensor) para poder tener unas vistas estupendas de la ciudad.

Y, por supuesto, también puedes aprovechar al máximo la visita y ver un concierto de órgano en la Basílica de San Esteban de Budapest

Recorre con calma la Avenida Andrassy

El siguiente punto de interés del itinerario es la Avenida Andrassy. Toda ella está jalonada de impresionantes edificios y palacios renacentistas, algo que le valió ser nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2002.

Dos de los lugares que no te puedes perder durante este paseo son el Palacio Deschler y la Ópera. Esta última puede visitarse con guía si se está interesado.

Come algo en Frici Papa, todo un clásico de la ciudad

Aunque os vais a tener que desviar un poco (nada grave puesto que la zona es realmente llamativa) te recomiendo que vuestra primera comida la hagáis en el Frici Papa, situado en Kiraly utca 55.

A pesar de que suele estar lleno de turistas, los precios son realmente razonables, con un menú del día por apenas 5 €. La cerveza de medio litro te va a salir por aproximadamente 1,5 €.

Joaquin’s Traveller Tip

Te recomiendo que tengas cuidado con pedir demasiado, ya que las raciones en Budapest son realmente generosas.

Pasea hasta llegar al Parque Elisabeth Ter

Por la misma Kiraly Utca se baja en dirección al río contemplando algunas interesantes iglesias (así como un templo hindú) de esa calle repleta de tiendas y restaurantes.

En el Parque Elisabeth Ter se encuentra una noria con unas vistas impresionantes a la ciudad, además del museo del Metro y un curioso rincón dedicado a la memoria de Michael Jackson.

Cuando hayas terminado de ver el parque puedes acercarte a la cercana Vorosmarty Ter, una de las plazas más importantes de la ciudad. Si te apetece, allí puedes entrar en la pastelería Gerbeaud para probar uno de sus famosos helados.

Da una vuelta por la orilla del Danubio

Ya casi para terminar la jornada, una buena idea puede ser acercarse a la orilla del Danubio y recorrerla con calma y disfrutando de las maravillosas vistas del Castillo de Buda que desde allí se pueden ver.

Durante este paseo vas a pasar al lado del famoso puente de las Cadenas, al que puedes asomarte para ver el paso del Danubio. Si vas en invierno a Budapest, como me ocurrió en una ocasión, es posible que te encuentres con la fabulosa imagen de un río repleto de bloques de hielo chocando contra los pilares del puente.

Medita ante el Monumento de los zapatos

Ante de retirarte a comer, el recorrido te va a llevar hasta uno de los monumentos con mayor fuerza de la ciudad. A simple vista, se trata solo de pequeñas estatuas representando zapatos colocados junto al río. Sin embargo, si se conoce la historia que pretende homenajear, no cabe duda de que la sensación va a cambiar.

Este monumento se levantó en recuerdo de los muchos judíos asesinados durante la Segunda Guerra Mundial. El modo de proceder de los nazis era atar a los judíos del gueto en parejas y disparar a uno antes de tirarlos al río. Los zapatos, por lo tanto, son un recuerdo de aquellas personas ejecutadas a sangre fría.

Cena en el Hungarikum Bisztro para terminar el día

Después de un día muy ajetreado, no hay nada mejor que cenar con tranquilidad en uno de los restaurantes más conocidos de la ciudad: el Hungarikum Bisztro.

A apenas 500 metros del Parlamento, este local ofrece comida tradicional de calidad en un ambiente estupendo.

La otra gran parte de la ciudad, Buda, ofrece una gran cantidad de atractivos para cualquier visitante. Aunque lo que más destaque es el castillo, el barrio a su alrededor merece pasar varias horas contemplando sus bellas casas históricas e iglesias.

Si prefieres ir acompañado por un guía vas a poder elegir entre varios tours al Castillo de Buda y a su barrio. Esta opción tiene la ventaja de ir conociendo la historia de cada uno de los lugares interesantes de la zona y, además, siempre puedes alargar después la visita para no dejar nada sin ver a tu gusto.

Comienza el día en Szent Gellért

Cruzando el puente de la Libertad (el que está junto al Mercado Central) vas a poder ver el balneario de Szent Gellért. Además de andando, también puedes llegar aquí en metro, ya que hay una parada justo a lado que lleva ese mismo nombre.

Aunque vale la pena contemplar la fachada del balneario, en esta ocasión solo va a servir como referencia para iniciar el recorrido.

Asómbrate con la iglesia Rupestre

Buena parte del monte Gellért, muy cerca del balneario, se encuentra horadado por una serie de túneles producto de la acción de las aguas termales que recorrían su interior.

Esta erosión provocó la creación de varias salas, entre las que destaca la que fue convertida en la llamada iglesia Rupestre. En ella se puede ver una pintura de San Kolbe, un monje polaco que trató de salvar a varios prisioneros del campo de concentración de Auschwitz. Además, también se puede ver una reproducción de la Virgen Negra de Czestochowa (Polonia).

La entrada a esta iglesia es totalmente gratuita y se puede acceder a ella de lunes a sábado entre las 9:30 y 19:30 h..

Visita el Castillo de Buda

Desde la iglesia Rupestre hay que recorrer la orilla del Danubio durante unos minutos antes de empezar a subir al castillo. En ese trayecto vas a poder ver el monumento a Szent Gellért (San Gerardo), una estatua de bronce situada donde se dice sufrió su martirio.

Para subir la colina en la que está situada el Castillo de Buda vas a poder elegir entre coger un funicular o ir subiendo las cuestas que llevan hasta esa zona.

El Castillo de Buda, llamado también Palacio Real por haber sido la residencia de los reyes húngaros, consiste en un gran patio central, varios restos de muralla, una bella fuente neogótica, jardines y un gran edificio dividido en tres alas. Estas albergan la Biblioteca Széchenyi, la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest. Entrar en el complejo es gratis, pero las visita a los museos sí son de pago. Normalmente, están abiertos entre las 10 y las 18 h., con la excepción de los lunes, cuando están cerrados.

No te pierdas el Bastión de los pescadores

Después de ver a fondo el castillo (entrando o no en los museos según tus intereses), llega el momento de acercarse a uno de los lugares más impresionantes de toda Budapest: el Bastión de los Pescadores.

El Bastión data de 1905 y recibió su nombre por encontrarse en la parte de las murallas cuya defensa era encargada a los pescadores en la Edad Media. Desde aquí se puede ver, posiblemente, la mejor panorámica de toda la ciudad, con el Danubio a sus pies, el puente de las Cadenas a la derecha y el Parlamento al fondo.

Las siete torres de las que consta el monumento representan a los jefes de las tribus magiares. Si entras en el recinto amurallado vas a encontrar un palacio, un castillo y la sensacional iglesia de Matías.

Si te apetece, en esta zona hay varios restaurantes en los que pueden comer algo. Te advierto que suelen ser algo caros, pero también vas a encontrar cerca alguno perteneciente a cadenas de comida rápida que pueden servir para esta ocasión.

Joaquin’s Traveller Tip

Te aconsejo que intentes ver el Bastión iluminado de noche, ya que adquiere un color rojizo de gran belleza.

Entra en la iglesia de Matías

La iglesia de Matías es otra de las visitas imprescindibles cuando estés en la zona de Buda. En realidad, su nombre es Iglesia de Nuestra Señora, pero se conoce mejor por el nombre del rey húngaro Matías, uno de los héroes del país.

En su interior se celebraron muchas bodas reales, así como varias coronaciones. Esto último explica que haya allí una copia de la corona.

La entrada a la iglesia es de pago, pero hay dos tipos de entrada diferentes. Una, la más simple (alrededor de 5 €) sirve para entrar en el templo en sí mismo, mientras que la otra (con el mismo precio) es necesaria para subir al torreón.

Intenta no perderte en el Laberinto de Buda

El barrio de Buda aún tiene otros encantos que mostrar. Si se pasea por sus calles se llega al Laberinto de Buda, una serie de grutas que han sido acondicionadas para su visita, aunque solo algo más de 1 kilómetro de los 7 kilómetros totales que se calcula que existen.

Una vez dentro del laberinto vas a poder ver un gran número de cosas: fuentes, columnas, pinturas rupestres, estatuas, etc.

Si tienes ocasión, trata de visitar este lugar a partir de las 18:00. A esa hora se suelen apagar las luces por completo y la visita se realiza con lámparas de aceite.

Joaquin’s Traveller Tip

Si te gustan las profundidades y la historia, no demasiado lejos se encuentra un antiguo hospital subterráneo que fue convertido en búnker nuclear a finales de la Segunda Guerra Mundial y durante la Guerra Fría. Una visita realmente impresionante.

Paseo hacia el río y foto frente al Parlamento

La última caminata del día debe llevarte por las calles del barrio hasta el río. Aunque después te va a suponer andar algo más para cruzar alguno de los puentes, te aconsejo que camines hasta colocarte justo enfrente del Parlamento.

La visión de este edificio, sobre todo por la noche con la iluminación, al otro lado del Danubio es una de las mejores fotos que puedes hacer.

Tras esto, solo te queda ir regresando camino de tu hotel y buscar por el camino algún lugar donde cenar y relajarte después de un día agotador.

Para el tercer día en Budapest te he preparado un recorrido mucho más tranquilo para que puedas recuperar fuerzas después de las dos primeras jornadas.

Un gran parque y una sorpresa final son los puntos más importantes del día. Eso sí, no olvides coger un bañador antes de salir del hotel.

Contempla los monumentos de la Plaza de los Héroes

Para empezar el día tienes que regresar a la avenida Andrassy, pero con la intención de caminar hacia la zona norte. Una buena manera de llegar es en metro, ya que la línea que pasa bajo esa avenida es la segunda más antigua del mundo y merece la pena conocerla. Ya en Andrassy hay que caminar en dirección contraria al río, una zona con menos edificios históricos, pero con muchas embajadas. Al final de la calle se encuentra la Plaza de los Héroes, una de las más importantes de la ciudad.

En la plaza vas a poder ver el impresionante Monumento del Milenio. En este están representadas las siete tribus magiares que fundaron el país. No te pierdas tampoco dos edificios neoclásicos situados en la misma plaza: el Palacio del Arte y el Museo de Bellas Artes de Budapest. Mi consejo, además, es que entres en este último y le dediques un tiempo.

En su interior podréis ver obras de reconocidos pintores como el Greco, Picasso, Rafael o Cézanne. Destaca además sus salas de arte clásico, con varios objetos de Grecia, Roma y Egipto, incluidas algunas momias. La entrada no llega a los 9 € y si tenéis la Budapest Card obtendréis un 10 % de descuento.

Piérdete en el Parque de la Ciudad

Detrás de la plaza se encuentra el Parque de la Ciudad, cuya belleza se incrementa gracias al castillo que hay en su interior.

En su origen, este parque fue concebido como coto de caza para la nobleza, pero a partir del siglo XVIII se fue transformando hasta convertirse en lo que es hoy en día: uno de los puntos de encuentro de los habitantes de la ciudad cuando quieren pasear en familia.

Sus grandes dimensiones, de 1.400 por 900 metros, convierten a esta zona verde en una de las áreas de esparcimiento de la ciudad. En su interior hay un lago en el que podréis alquilar una barca o patinar sobre hielo, dependiendo de la época del año en el que hayáis viajado.

Dedica un tiempo a conocer el pequeño Castillo Vajdahunyad y su iglesia

Aún dentro del parque se encuentra el castillo Vajdahunyad, un edificio construido con motivo de la Expo de 1896. En ese primer momento, el castillo fue construido con madera, se repitió el mismo diseño en piedra, que es como se puede ver en la actualidad. Para hacerlo se copiaron algunas partes de otros edificios existentes en varias zonas de Hungría, aunque el conjunto es bastante homogéneo. Si puedes, sube a unas de las torres para tener una visión de toda la zona.

Por otra parte, en el interior del castillo se puede visitar un museo dedicado a la agricultura, además de una iglesia muy pequeña pero realmente bella.

Cuando terminéis de recorrer el castillo y de visitar sus atractivos, te aconsejo que compréis algo de comida en alguno de los kioscos que suele haber en la zona y que os sentéis en algún banco del parque para comer tranquilamente antes de continuar.

Relájate en el Balneario Széchenyi

La gran sorpresa del interior del Parque de la Ciudad es, sin duda, la presencia de uno de los mejores balnearios de Budapest: el Balneario Széchenyi. Mi propuesta es que entres y te relajes a gusto en el que es uno de los grandes atractivos de la ciudad.

En este balneario vas a poder estar el tiempo que quieras. Con sus 18 piscinas, tanto interiores como exteriores, se trata del establecimiento de este tipo más grande de la ciudad. Todas esas piscinas están llenas de aguas manantiales y el lugar cuenta también con varias salas de vapor y saunas ubicadas bajo unas cúpulas de estilo barroco.

Termina el día con un crucero con cena por el Danubio

Para terminar el día, después de haber pasado unas horas en el balneario, no hay mejor plan que dirigirse al río para hacer un crucero con cena.

Desde el barco vas a poder admirar los principales monumentos de la ciudad desde un punto de vista diferente. Además, mientras suena la música interpretada en directo, podréis disfrutar de una fabulosa cena acompañada de vino local.

Una de las ventajas de contar con tantos días para visitar Budapest es que tienes la opción de realizar alguna excursión interesante por los alrededores. Aunque podrás elegir entre varias (como ir al Palacio Gödöllo, al lago Balaton y Herend o ir a Viena desde Budapest), en esta ocasión te propongo acercarte a uno de los lugares más visitados del país: el lago Balatón.

Lago Balatón

Muchos consideran a este lago como un auténtico mar interior en Hungría. Situado a unos 100 kilómetros de la capital, se trata del mayor lago de agua dulce de la Europa Central.

En esta excursión de un día tendrás la oportunidad de explorar con comodidad los alrededores del lago, en cuyas orillas hay varias localidades con un rico patrimonio cultural y de ocio.

Abadía de Tihany

Una de las paradas más interesantes de esta excursión se realiza en la abadía de Tihany, situada en el pueblo del mismo nombre. Fundada como monasterio benedictino en el 1055, la visita a su interior es muy recomendable.

El propio pueblo de Tihany también merece un tiempo para pasear por sus calles, aunque no pueda compararse con las sensacionales vistas del lago Balatón y con el entorno natural que rodea a la abadía.

La ciudad balneario de Balatonfüred

Ninguna excursión al lago estaría completa sin hacer una parada en Balatonfüred, la ciudad balneario más antigua de Hungría. En sus calles vas a poder ver como conviven las construcciones más modernas con antiguos palacios en los que la aristocracia del Imperio austro-húngaro pasaba sus vacaciones.

La ciudad es también muy conocida por sus aguas termales y por su precioso paseo a lo largo de la orilla del lago.

Te recomiendo que en tu listado de que ver y hacer en Budapest dejes para la mañana del último día de viaje visitar el barrio judío de Budapest. Como en otras partes de Europa Central y del Este, durante la Segunda Guerra Mundial sus calles fueron convertidas en un gueto y en un auténtico campo de concentración.

Si queréis realizar este recorrido de manera más cómoda, siempre podréis contratar algunos de los tours guiados por el barrio judío. Lo mejor de esta opción es contar con un guía que os explicará la historia de la zona y de la comunidad hebrea que aquí residía.

Sinagoga Judía

El lugar más interesante del barrio es la Sinagoga Judía, el segundo templo de esta confesión más grande del mundo tras la de Jerusalén. El edificio fue construido entre 1854 y 1859, en un estilo morisco con influencias bizantinas, románticas y góticas.

El interior es realmente impresionante, con algunos elementos no demasiado tradicionales de la arquitectura hebrea como un órgano o la cúpula morisca. Muy interesantes son, también, las grandes columnas de hierro fundido situadas en la zona de las mujeres.

Al lado de la sinagoga se encuentra el Museo Judío, muy indicado para los que quieran profundizar en la historia del judaísmo en el país.

Exterior de la Sinagoga: el Templo de los Héroes y el Cementerio Judío

También junto a la sinagoga vais a poder ver algunos elementos sin los cuales no se entendería la historia de la comunidad judía en Budapest. Uno de ellos es el Templo de los Héroes, dedicado a los judíos que murieron en la Primera Guerra Mundial. Otro es el Cementerio Judío, que merece una visita a pesar de no ser tan impresionante como el de Praga.

En esa parte del barrio también debéis buscar el llamado Árbol de la Vida. Se trata de una escultura que representa a un sauce llorón levantada en 1991. En cada hoja está escrito el nombre de una de las víctimas judías del barrio durante el Holocausto.

Visita el post los mejores tours por el barrio judío de Budapest y descubre todo lo que debes saber sobre esta zona de la capital húngara.

Camina con calma por Váci Utca

Después de visitar el barrio judío llega el momento de conocer la segunda calle más importante del centro de la ciudad tras la avenida Andrassy: Váci Utca. Esta se encuentra en paralelo con el Danubio y va desde la plaza Vörösmarty al Gran Mercado Central.

Esta calle fue construida en el siglo XVIII y aún conserva algunas mansiones de esa época. No obstante, casi todos los edificios que hoy se pueden ver datan de los dos siglos posteriores.

En sus primeras décadas, la calle era lugar de reunión de las clases altas de la ciudad, pero actualmente se ha llenado de tiendas de recuerdos, restaurantes, cafeterías y centros comerciales. Esto, no obstante, no ha hecho que pierda su encanto y merece la pena recorrerla sin agobios. Aunque puedes intentar comer algo aquí, mi consejo es que esperes un poco hasta llegar al Mercado Central.

Mercado Central de Budapest: la catedral gastronómica de la ciudad

Parece mentira que cuando se levantó el Mercado Central, a finales del siglo XIX, provocara protestas por parte de muchos ciudadanos que aseguraban que los precios habían subido por su culpa. Igualmente, tampoco es fácil de creer que este gran templo gastronómico estuviera prácticamente en desuso durante décadas después de la Segunda Guerra Mundial, cuando resultó gravemente dañado.

Hoy en día, tras haber sido restaurado entre 1991 y 1994, este gran edificio es uno de los más visitados de la ciudad. En sus puestos vas a poder encontrar todos los ingredientes de la cocina húngara, además de tiendas de recuerdos y de otros artículos.

En la segunda planta hay una serie de pequeños locales de comida en los que te recomiendo tomar el almuerzo. Ten en cuenta que muchos de ellos conservan la costumbre de compartir mesa con otros comensales, pero eso le otorga aún más autenticidad a la experiencia.

Realiza tus últimas compras y pasea

Para el resto de la tarde te recomiendo que te relajes paseando por las calles del centro. Ya sea en Váci Utca, en el Mercado Central o en las calles cercanas puedes realizar tus últimas compras y pararte en alguna de las maravillosas cafeterías de la zona cada vez que te apetezca.

Igualmente, también puedes pasear por la orilla del río y llegar hasta el Puente de las Cadenas para despedirte hasta la siguiente visita.

Ruta por los Ruin Bars

No puedes irte de la capital húngara sin conocer sus famosos ruin bars, los mejores sitios para disfrutar de la noche de Budapest.

Estos locales /cuyo nombre significa bares en ruinas) surgieron tras la caída del Telón de Acero cuando grupos de jóvenes comenzaron a acondicionar edificios abandonados para convertirlos en bares de ocio. Muchos de ellos se encuentran en el barrio judío, hoy uno de los más revitalizados de la ciudad.

Si es la primera vez que estás en la ciudad te recomiendo contratar alguno de los tours que recorren varios ruin bars y en los que están incluidas algunas bebidas. Los que prefieran ir por su cuenta pueden leer cuáles son los mejores en este artículo.