Entradas para la Torre de Belém en Lisboa
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Lo más destacado
Descubre la Torre de Belém, en Lisboa, con esta entrada. Se trata de uno de los principales monumentos de la capital portuguesa e inscrito como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Durante tu visita, a este icono de un país moldeado históricamente por su proximidad al océano y sus descubrimientos marítimos de nuevos mundos, tendrás acceso, con esta entrada, a las Cámaras del Gobernador y del Rey, a la capilla y a las baterías inferior y superior.
- Descubre la torre de Belém, uno de los monumentos más icónicos de Lisboa, gracias a esta entrada
- Accede a todas las cámaras en la Torre de Belém, como las cámaras del Gobernador y del Rey, a la capilla y a las baterías inferior y superior.
- Tendrás una vista privilegiada del río Tajo desde el interior de la torre de Belém para sacar unas increíbles fotos para el recuerdo
Qué está incluido
- Entrada a la Torre de Belém
- Acceso a todas las cámaras de la torre
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La experiencia en detalle
Conoce la Torre de Belém, uno de los monumentos más populares de Lisboa, gracias a esta entrada. Tendrás acceso, con este pase, a todas las instancias de esta antigua construcción, como las cámaras del Gobernador y del Rey, a la capilla y a las baterías inferior y superior.
La Torre de Belém, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los monumentos más llamativos de Lisboa y el icono de un país rodeado del océano y del río Tajo. De hecho, desde la torre tendrás unas increíbles vistas para que puedas echar unas fotos para el recuerdo.
Los descubrimientos de los navegantes portugueses convirtieron a Lisboa en el principal centro comercial del mundo en los siglos XV y XVI. Para proteger la ciudad, el rey João II concibió este proyecto para defender Lisboa de las naves enemigas, obra concluida en 1514 y que incluyó la construcción de la Torre de Belém, obra del arquitecto Francisco de Arruda.
El diseño único de la torre incluye un bastión moderno y fuertemente armado, que sobresale por encima del río. El rey Manuel I deseaba que la Torre de Belém fuera un símbolo duradero de su poderoso reinado, al representar el escudo real, la esfera armilar y la cruz de la Orden de Cristo.
De ahí radica la importancia de este monumento, que ha quedado como un icono a visitar en la capital portuguesa.