10 cosas que ver y hacer en Ámsterdam en diciembre
¿Has reservado un vuelo para la capital holandesa? No podrías haber elegido fechas mejores
En mi opinión, diciembre es el mejor mes para explorar Ámsterdam. Pese a las bajas temperaturas y a las escasas horas de luz, la Venecia del Norte brilla con más intensidad. Las Navidades añaden un toque de color a sus plazas y calles mientras que el Festival de las Luces otorga un poco de magia a los canales. A continuación, encuentras unos consejos que te ayudarán a planear tus vacaciones.
1. Camina hasta la plaza Dam y visita el Museo de Cera
En la primera quincena del mes, un árbol de 20 metros llega a la plaza Dam, el corazón de Ámsterdam. Unos cuatro kilómetros de luces led lo adornan y si tienes la suerte de estar en la ciudad, puedes presenciar la ceremonia de iluminación. En el primer día (pero también en los siguientes) niños y familias se dan cita a su alrededor para cantar unos villancicos y comer los postres tradicionales. Si tienes frío, puedes refugiarte en el Museo de Cera de Ámsterdam que se encuentra a pocos metros.
Y tras dejarte deslumbrar por este impresionante árbol, puedes cobijarte en alguno de los museos más importantes de Ámsterdam como el Museo de Cera que se encuentra a tan solo un minuto andando.
2. Contempla el Festival de las Luces desde un crucero
Cada año, la capital holandesa saluda la llegada del invierno con el Amsterdam Light Festival, una explosión de colores que ilumina calle y canales. Artistas, diseñadores y arquitectos de todo el mundo envían sus propuestas y el comité de selección selecciona las mejores obras. Entre los trabajos más apreciados, podemos nombrar “La noche estrellada” de Van Gogh de los serbios Ivana Jelić y Pavle Petrović o “Butterfly Effect”, siete mariposas azules apoyadas en las aguas del Plantage Muidergracht.
Para apreciar el Festival de las Luces de la mejor perspectiva, te recomiendo escoger un crucero nocturno por los canales de Ámsterdam. Mientras navegas, pasarás al lado de las atracciones sin pasar frío y escuchando un audioguía disponible en muchos idiomas, español incluido. Estas excursiones suelen salir desde sitios céntricos como el Damrak (a dos pasos de la estación central) o el Euweplein (a escasa distancia del Casino).
3. Visita el bar de hielo y déjate sorprender con las esculturas de hielo
A partir de diciembre, Zwolle hospeda un evento que gustará a tus peques. Si viajas con niños, te recomiendo dedicar un día a esta ciudad medieval que es conocida por su iglesia gótica (Grote Kerk), el Museo de Fundatie y sus apacibles parques. El Beelden Festival se ha convertido en el evento invernal más importante de los Países Bajos ya que cuenta con más de 100 figuras talladas en el hielo.
El Beelden Festival es muy popular y si quieres evitar colas, te recomiendo visitarlo durante la semana. Los Países Bajos tienen un tamaño reducido y es muy fácil desplazarse de una esquina a otra. Desde la capital, te bastará con coger un intercity en la estación de Amsterdam Zuid. Para más ideas, te recomiendo leer el post sobre las mejores excursiones desde Ámsterdam.
Y si no le temes al frío y quieres pasar la tarde en un bar de hielo, abrígate y conoce el Icebar Xtracold, un lugar único donde podrás tomarte unas bebidas a menos 10 grados.
4. Visita una elegante residencia del siglo XVII: el Palacio Huis ten Bosch
La Navidad se casa bien con las atmósferas vintage y para descubrirlo puedes acercarte al Willet-Holthuysen, un casa señorial del siglo XVII reconvertida en museo. Sus paredes custodian una importante colección de porcelana, cristalería, muebles y obras de arte del Siglo de Oro neerlandés.
Entre diciembre y principios de enero, esta institución cultural nos enseña cómo el matrimonio Willet-Holthuysen celebraba la Navidad en el siglo XIX. Al entrar te quedarás cautivado con su decoración que incluye candelabros dorados, juguetes de madera, sillones antiguos y una chimenea embellecida con deliciosos bajorrelieves (Herengracht 605).
Además, si quieres conocer uno de los palacios más populares de los Países Bajos, no dudes en hacer una excursión a La Haya y visitar el Palacio Huis ten Bosch, una de las cuatro residencias oficiales de la Familia Real Neerlandesa.
5. Acércate a los mercadillos navideños
Diciembre es un mes especial y la capital de los Países Bajos vive las fiestas con mucha expectación. Al igual que otras ciudades de Europa septentrional, también Ámsterdam cuenta con unos mercadillos navideños con souvenirs, artesanía local y comida tanto dulce como salada. A continuación, encuentras nuestra recopilación de los más interesantes:
- Ice Village, la cita recurrente del Museumplein. Cada diciembre, la plaza de los museos se llena de puestos navideños. Podrás comprar adornos, souvenirs, ropa, comida y mucho más. Abre de lunes a domingo de 11:00 a 20:00 mientras que el 24 y 25 de diciembre cierra sus puertas a las 17:00. A los pies del Rijksmuseum se encuentra también una pista de hielo.
- Funky Xmas Market, un mercado de arte, moda y diseño. Artistas y creativos venden sus productos directamente al público. Sus puestos se ubican en el Westergas, un viejo gasómetro reconvertido en complejo cultural. Se encuentra en el cuadrante occidental de la ciudad y está bien conectado con el centro. Desde la estación central, te bastará coger el bus (línea 21) y bajar en la parada Van Hallstraat.
- Pure Markt, un viejo complejo de invernaderos que en la actualidad es el parque ecológico más grande e importante de la capital neerlandesa. Está especializado en productos caseros frescos. Si quieres una rebanada de cheesecake o degustar unas otras locales, éste es tu destino ideal. Para más info, te recomiendo consultar su web oficial.
- Winter Village, la aldea navideña a pocos kilómetros de Plaza Dam. Amstelveen es un municipio al sur de la capital holandesa, muy cerca del aeropuerto de Schiphol. Apenas sale en las guías de viaje, pero, en diciembre vale la pena llegar hasta aquí para hacer un poco de shopping. Durante las cuatro semanas, Winter Park es el destino favorito de los niños que pueden ilusionarse con las luces navideñas, patinar sobre el hielo y retomar fuerzas con una taza de chocolate caliente.
Encontrarás sus puestos en Stadshart Amstelveen, un centro comercial en el centro de esta localidad. Para llegar hasta aquí, tendrás que coger el metro (línea 51) y bajar en la parada Amstelveenseweg. Desde allí, deberás tomar un autobús (línea 356 o 357) y bajar en Busstation. Si te queda un poco de tiempo, puedes aprovechar de la ocasión para ver el Museo Stedelijk, el museo más importante de arte moderno y contemporáneo.
6. Sumérgete en la cultura local en los bruin café
Diciembre en Ámsterdam es frío y nublado. A menudo, la niebla se insinúa en los canales creando una atmósfera de cuento. Calles y puentes envueltos en una capa blanca son perfectos para sacar unas fotos sugestivas y tras el paseo, puedes refugiarte en los bruin café, los bares más típicos de Ámsterdam. Estos establecimientos tradicionales deben su nombre a las paredes de madera que conforman ambientes oscuros iluminados por unas cálidas luces amarillas. En el listado de abajo hemos recopilado los mejores:
- Arendsnest, el templo de la cerveza holandesa. De sus grifos salen las mejores cosechas nacionales. Siéntate y prueba una Rook In De Kachel (de sabor ahumado y color oscuro) o una Voór, una mezcla de cervezas añejadas y fermentadas en barrica con ciruelas (Herengracht 90).
- Café Chris, el bar más antiguo del barrio de Jordaan. Si tomas una pinta fuera de los horarios más concurridos, puedes disfrutar de su billar (Bloemstraat 42).
- In ‘t Aepjen, un lugar que esconde una historia singular. En el pasado, los marinos que volvían de sus travesías acudían a este sitio para beber y pasar la noche. Cuando se quedaban sin dinero, algunos saldaban las deudas dejando a los propietarios unos monos. Has entendido bien, los animales eran capturados y utilizados como mascotas. De los primates se encargaba Gerard Westerman, un cliente habitual de la taberna que los acogía en su jardín privado. Tras unos años, el parque de Westerman se convirtió en el zoológico de Ámsterdam (Zeedijk 1).
- Café Hoppe, donde todo está cuidado hasta los mínimos detalles. En 2013 ha sido elegido como el mejor café de los Países Bajos y la calidad no ha ido menguando con los años. Entre sus huéspedes más famosos podemos nombrar la princesa Beatriz y el magnate de la cerveza Freddy Heineken (Spui 18-20).
- T'Papeneiland, el café que ha sido visitado por Bill Clinton. El ex presidente de Estados Unidos visitó este establecimiento en 2011 para probar su famosa tarta de manzana. En realidad, su historia es mucho más antigua. A principios del siglo XVII, una iglesia católica secreta se escondía detrás de este bar y para acceder había que recorrer un túnel que se encuentra debajo del suelo del T'Papeneiland (Prinsengracht 2).
- De Twee Zwaantjes, donde podrás poner a prueba tus habilidades canoras. Posiblemente, es uno de los bruin café más animados de la capital neerlandesa (Prinsengracht 114).
Y una vez has abierto el apetito, puedes darte otro capricho y comer un menú en el Hard Rock Cafe.
7. Date un capricho con los postres navideños
Si en España los niños escriben cartas a los Reyes Magos, en los Países Bajos esperan la llegada de Sinterklaas, la versión neerlandés de Papá Noel que entrega regalos y chuches a mediados de noviembre en Ámsterdam. Sin embargo, ésta no es la única diferencia y es por esto que os quiero hablar de los postres navideños. Cuando estés en Ámsterdam, sabrás cual escoger...
- Kerststol, un pan tradicional con azúcar, frutas secas y confitadas, pasas, cardamomo, nuez moscada, ralladura de limón. Al catarlo percibirás también unas notas a brandy y vainilla y. El kerststol se suele servir en rodajas y acompañado con mantequilla.
- Oliebollen, rosquillas fritas que verás en cualquier esquina de la ciudad, en las tiendas como en los puestos de los ambulantes. Algunos dicen que las mejores se encuentran en Hartog’s Volkoren (Wibautstraat 77), Bakkerij Ad Straathof (Ten Katestraat 21) y De Bakkerszonen (Roetersstraat 21).
- Pepernoten, de forma redondeada y con un inconfundible aroma a especias. Están aromatizadas con miel, y jarabe de azúcar de caña o arce. Se comen el 5 de diciembre, día de San Nicolás, pero se pueden encontrar en las pastelerías desde el mes de octubre.
- Kerstkransjes, las “coronas de Navidad”. Son unas galletas de mantequilla y vainilla cubiertas con láminas de almendra o cerezas confitadas. Son muy bonitas tanto que en los Países Bajos se utilizan para decorar los árboles de Navidad.
- Speculaas, galletas con canela, nuez moscada, clavo, jengibre, cardamomo y pimienta blanca. Como para otras recetas de este tipo, el secreto está en la masa. Para que se empape de los aromas, se deja reposar durante la noche en un lugar frío. Según los locales, la mini-cadena de pastelerías Simon Meijssen saca del horno unas speculaas deliciosas.
Y si quieres seguir probando productos típicos, no dudes en hacer una cata de quesos, uno de los planes gastronómicos más populares de la capital de los Países Bajos.
8. Mímate con un poco de shopping
Un city break de tres días en Ámsterdam es la ocasión perfecta para comprar los últimos regalos navideños. La capital de los Países Bajos es un destino muy apreciado para ir de compras y cada barrio cuenta con unas zonas comerciales que merecen ser exploradas. A continuación, encuentras un breve listado con las que más nos gustan:
- Negen Straatjes, las famosas nueve calles. Este nombre es utilizado para denominar el área comprendida entre Singel, Herengracht, Keizersgracht y Prinsengracht que alberga todo tipo de tiendas. Los destinos más curiosos son De Witte Tandenwinkel(que vende todo tipo de cepillos de dientes, Nieuwe Binnenweg 62) y la tienda de botones De Knopenwinkel(Herengracht 389). Los amantes de la moda encuentran aquí su paraíso, las Nueve Calles están salpicadas de boutiques, tiendas de ropa, zapaterías y mucho más.
Si buscas un regalo por un cheeselover, te recomiendo entrar en De Kaaskamer, una institución de la capital holandesa. Sus expertos te ayudarán a escoger el queso ideal (Runstraat 7). Para los paladares más refinados, puedes recurrir a Antiekcentrum, una superficie de más de 1700 m2 que hospeda una colección de antigüedades de los siglos XVII y XVIII, objetos art déco y otras mercancías de los años cincuenta, sesenta y setenta (Elandsgracht 109)
- PC Hooftstraat, el fashion disctrict de la capital holandesa. Aquí se concentra la flor y nata de los brands de moda (Cartier, Gucci, Chanel, Michael Kors, etc.)
- Haarlemmerstraat y Haarlemmerdijk, dos calles comerciales con un amplio abanico de tiendas independientes y especializadas. Dirígete hacia Rumos Vintage & Design para encontrar bolsos, gafas de sol y ropa de segunda mano. Su colección se enfoca a la moda de los años sesenta y setenta pero no faltan piezas de los cincuenta o de los noventa (Haarlemmerstraat 29).
- Magna Plaza, una oficina de correos reconvertida en mall. En sus cuatro plantas encontrarás las principales marcas internacionales de ropa y belleza (Nieuwezijds Voorburgwal 182)
- Albert Cuypmarkt, uno de los mercados al aire libre más grandes de Europa. Párate en los puestos, es probable que encuentres alguna ganga. Aprovecha de la ocasión para comer algo típico, por ejemplo un stroopwafel (gofres de caramelo) o unos arenques frescos (Albert Cuypstraat)
- Waterloopleinmarkt, el mercado de pulgas de Ámsterdam. Hay un poco de todo: desde libros antiguos hasta muebles segunda mano (Waterlooplein)
9. Disfruta de un espectáculo circense
Cada diciembre, el Teatro Carré (Koninklijk Theater Carré) acoge uno de las citas más esperadas del periodo navideño. El World Christmas Circus es un evento de renombre internacional que reúne artistas de China, Vietnam, Rusia, Corea, Estados Unidos y otros países. Reserva tu entrada con antelación: ¡en el pasado se han registrado unos 58.000 visitantes en poco más de dos semanas! Llegar hasta aquí es muy sencillo, el teatro se encuentra en las orillas del río Amstel a escasa distancia del Magere Brug, el puente más famoso de Ámsterdam
10. Entra en calor con una taza de chocolate
Los chocolate lovers encuentran en Ámsterdam su destino ideal. Aunque no es tan famosa como su vecina Bruselas, la capital holandesa cuenta con un buen número de establecimientos donde podrás mimarte con la bebida de cacao. Sigue leyendo y descubre los bares mejor valorados.
- Pompadour, famoso tanto por sus chocolates como por sus pasteles. Para elaborar sus bombones utilizan el Valrhona, el chocolate utilizado por los mejores chefs. Otro atractivo es el elegante salón de té estilo Louis XVI (Huidenstraat 12)
- Cacaomuseum, mucho más que una simple chocolatería. Además de una taza caliente, podrás realizar unas cuantas experiencias. Por ejemplo, realizar unas pralinés o dibujar con chocolate. Para ver el listado completo, puedes echar un vistazo a la web oficial (Czaar Peterstraat 175)
- Scandinavian Embassy, un rincón de Estocolmo en el corazón de Ámsterdam. Además del chocolate, los clientes llegan hasta aquí para degustar su café (todos los granos provienen de unas pequeñas tostadoras de Escandinavia) y los bollos de canela (Sarphatipark 34)
- Moods Coffee Corner, el lugar perfecto para empezar el día. Es famoso por sus desayunos saludables (frescos y de temporada). Para sus tazas utiliza chocolates belgas e italianos mientras que por el café, propone una selección de granos tostado locales (Lindengracht 249)
¿Vale la pena visitar Ámsterdam en diciembre?
Quien visita la Venecia del norte en diciembre, sabe con seguridad que no encontrará un buen clima. Éste es el mes más oscuro del año y la tasa de humedad puede alcanzar el 86%. Sin embargo, es una época especial ya que los mercadillos navideños y los puestos con los postres típicos añaden un toque de color. Si temes encontrar nieve, no debes preocuparte. Generalmente, las precipitaciones nivosas suelen interesar la ciudad en enero y febrero.
¿Cuánto cuesta alojarse en Ámsterdam en diciembre?
Si no dispones de mucho budget, deberás tener mucho cuidado con las fechas. En concomitancia con el Festival de las Luces y cerca de la Navidad o del último día del año, los precios suben. En cambio, si eliges otros días puedes encontrar alguna ganga. Para ahorrar dinero y disponer de dos meses enteros, te recomiendo reservar un vuelo en enero o febrero.