10 cosas que ver y hacer en la plaza del Duomo de Milán
Piazza Duomo es el centro neurálgico de la ciudad y una etapa obligada de cualquier viaje a Milán. Además de la catedral, hay decenas de cosas que ver y hacer en sus alrededores
Vistas, lugares históricos, gastronomía… La Piazza del Duomo es un destino obligado. La catedral milanesa es simplemente impactante y te aconsejo destinar un poco de tiempo para disfrutar de su silueta.
Nuestro artículo te desvela qué ver y hacer en Milán y en su plaza más famosa.
1. Visita el Duomo y sube a su azotea
La catedral milanesa es la protagonista indiscutible de la plaza. Es imposible visitar Milán sin cruzar su umbral. En el interior, lo que más destaca son las vidrieras que cuentan las historias de las Escrituras Sagradas y la historia de la ciudad. Entre los ventanales más bonitos es imposible no mencionar el Vitral del Apocalipsis (en la nave derecha) o la de San Miguel Arcángel que refigura el santo en su lucha con el diablo (en la nave izquierda).
El interior del Duomo de Milán te dejará boquiabierto. Y, para disfrutar de una perspectiva panorámica no hay nada mejor que tomar un ascensor o las escaleras para alcanzar el tejado de la catedral. Para poder admirar todo su interior puedes reservar una visita guiada al Duomo.
Además, desde este lugar, se divisan algunos edificios icónicos: la Galleria Vittorio Emanuele, los rascacielos de Porta Garibaldi, la Torre Velasca, los tejados y las Alpes en la lejanía. Para más información te recomiendo leer el post sobre cómo subir a la azotea del Duomo. Y si además quieres aprovechar tu estancia puedes contratar en un mismo tour la visita al Duomo de Milán, las azoteas y el museo.
2. Pasea por la Galleria Vittorio Emanuele
Este pasaje peatonal fue construido en el siglo XX para donar a la ciudad un elegante salón. Desde el exterior, el detalle más impresionante es la cubierta formada por cuatro bóvedas de cañón y una enorme cúpula. La construcción está dedicada al primer rey de Italia: Vittorio Emanuele II.
La galería es el hogar de restaurantes y tiendas de lujo. Si te fijas bien, verás que todos los puestos comerciales tienen un letrero con fondo negro y letras doradas. Es una regla comunal que persiste desde la fundación. Si quieres entrar un bar histórico, te recomiendo Camparino que sirve copas desde 1915. Te recomiendo pedir un Negroni (Campari, gin, vermut rojo y media rodaja de naranja) o un Sbagliato (Campari, spumante, vermut rojo y una rodaja de naranja). Son muy típicos en Milán. Como plus, podrás degustarlos en un elegante ambiente Art Nouveau.
3. Prueba el famoso panzerotto de Luini
A escasos metros del Duomo, escondido en la calle Santa Radegonda se encuentra el bar más famoso del casco viejo: Luini. Difícilmente verás sus dos escaparates ya que se suelen formar unas colas delante de la entrada. ¿El motivo? Su afamado panzerotto con tomate y mozzarella, una empanadilla típica de Apulia.
Si te estás preguntando por qué te estoy proponiendo una receta típica de otra región, la respuesta es muy sencilla: Milán es la capital económica de Italia y atrae a personas de todo el país desde hace décadas. Giuseppina Luini fue una de las tantas personas que dejaron su pueblo de Apulia después de la Segunda Guerra Mundial para establecerse en la capital de Lombardía.
Luini empezó a servir panzerotti en 1949 y ha visto crecer y cambiar la ciudad, de las heridas del conflicto a la actualidad pasando por los chispeantes años ochenta. Además de su panzerotto tradicional encontrarás empanadillas con berenjena, ricotta y espinacas, salami picante, champiñones y otros ingredientes sabrosos. Puedes escoger entre dos versiones - fritos o al horno - o probar otras recetas de este establecimiento histórico. Se encuentra en calle Santa Radegonda 16 y abre de lunes a sábado, de 10:00 a 20:00.
4. Visita el Museo del Novecento
Desde 2010, Piazza Duomo tiene un nuevo inquilino: el Museo del Novecento. Como puedes intuir por el nombre, se enfoca hacía la producción artística del siglo XX que fue muy prolífica en el país transalpino. En esta época nació el futurismo, una corriente artística que ensalzaba tecnología y modernidad.
La colección permanente reúne obras maestras del futurismo - “Elasticità” y “Forme uniche della continuità nello spazio” de Umberto Boccioni son las más famosas - y cuadros de artistas como Mondrian (“Faro en Westkapelle”), Amedeo Modigliani (“Béatrice Hastings”) y Vasilij Kandinskij (Composición 1916).
El museo abre de martes a domingo, de 10:00 a 19:30. Para visitarlo por la noche (y merece la pena, desde sus ventanas se divisa el Duomo iluminado) puedes optar por el jueves. En este día, la institución cultural cierra a las 22:30. Te recomiendo reservar con antelación. Para más planes después del ocaso, te recomiendo leer el post sobre las 10 cosas que hacer en Milán en de noche.
5. Vete de compras
En los pórticos al lado de la catedral se encuentran unos grandes almacenes históricos: La Rinascente. Cuenta con más de diez plantas y alberga las más importantes marcas de ropa y accesorios, perfumes, productos de belleza, joyas y artículos para el hogar.
Si te entra hambre, puedes aplacarla en el Food Hall o en sus restaurantes. Abre todos los días de 10:00 a 20:00. Debajo de los pórticos encontrarás otras tiendas de ropa de las multinacionales más famosas.
6. Entra en el Palazzo Reale
Al lado de la catedral se encuentra la residencia de los reyes y gobernantes de Milán. Fue el centro político de la ciudad y en su interior esconde una espléndida escalinata y varias salas elegantemente decoradas. La fachada actual se debe al arquitecto Giuseppe Piermarini que se encargó de renovar la residencia en el siglo XVIII.
En la actualidad, el Palazzo Reale organiza exposiciones de arte muy exitosas. Gracias a la colaboración con museos italianos e internacionales, la cartelera es siempre interesante. Te recomiendo echar un vistazo a la web oficial para ver la programación completa. Abre de martes a domingo, de 10:00 a 19:30. Los jueves el cierre se alarga hasta las 22:30.
7. Admira el panorama
Subir a la terraza del Duomo no es la única manera para gozar de unas buenas vistas. La catedral está rodeada de rooftop bar y restaurante panorámicos que te permiten admirar estatuas y chapiteles desde una posición privilegiada. Sigue leyendo y descubre dónde se esconden:
- Arengario, el restaurante del Museo del Novecento. Fue la última creación de Giacomo Bulleri, un empresario de la restauración que fue una auténtica leyenda en Italia. En sus restaurantes han comido famosos como Michelle Obama, Woody Allen y Rania de Jordania, entre otros. Abre todos los días de 12:00 a 00:00 (Via Guglielmo Marconi 1)
- Terrazza Duomo 21, un lounge bar donde todo está cuidado hasta el mínimo detalle. El aperitivo se sirve de 18:00 a 21:30 y una vez terminado, un dj set ameniza la noche hasta las 2:00 (Piazza Duomo 21)
- Food Hall, la terraza de los grandes almacenes “La Rinascente”. Abre todos los días de 10:00 a 23:00 (Corso Vittorio Emanuele II)
- The Dome, un restaurante con rooftop a dos pasos de la Catedral. Te recomiendo reservar por la mañana; disfrutarás de un desayuno espectacular que incluye tanto opciones dulces (tarta Selva Negra, pancakes, croissants, etc) como saladas (tortilla, tostada de aguacate, huevos revueltos). El rooftop abre de 8:30 a la medianoche. Se recomienda reservar (Via Giuseppe Mazzini 2)
- Il Mercato del Duomo, el espacio dedicado a la gastronomía transalpina. Está dividido en cuatro ambientes, cada uno con sus peculiaridades y una vista incomparable hacia la iglesia: .Motta Milano 1928. (un bar histórico), Terrazza Aperol (lo ideal para tomar unas copas), Saporè (desafortunadamente es el único sin ventanales pero vale la pena reservar por probar su pizza de autor ) y Spazio Niko Romito, un restaurante de cocina italiana contemporánea (Piazza Duomo, se accede desde la cadena de restauración Spizzico debajo de los pórticos)
8. ¿Cucurucho o copa? Disfruta de un buen helado
Si visitas la capital lombarda en primavera o verano, un helado refrescante es lo ideal para amenizar un paseo. En los alrededores del Duomo hay decenas de sitios pero no todos alcanzan los mismos niveles de calidad.
Al estar en una zona turística muy concurrida, es importante elegir bien. Afortunadamente la plaza más céntrica de Milán cuenta con dos opciones más que recomendables:
- Venchi Cioccolato & Gelato, la heladería de un histórico brand chocolatero del país transalpino: Venchi. Desde 2007, sus creaciones deleitan los paladares de italianos y turistas. Utilizan ingredientes de calidad con un enfoque particular hacia el chocolate, las avellanas de Piamonte y el pistacho de Bronte (Via Mengoni 1 esquina con Via Tommaso Grossi)
- Artico, una mini franquicia milanesa que cuenta con cuatro establecimientos en la ciudad. Su helado recibió el reconocimiento de la Guía Gambero Rosso, una de las más prestigiosas del país (Via Dogana 1)
- Cioccolati Italiani, la Meca de los chocolateros. Para elaborar sus helados utilizan una sóla variedad de cacao: el “fino de aroma” que se distingue por sus sabores afrutados y florales (Via San Raffaele 6)
9. Alcanza la cercana Piazza dei Mercanti
Cerca de via Dante, a pocos metros de Piazza Duomo, se encuentra Piazza dei Mercanti. Este espacio urbano fue el centro de Milán durante la Edad Media y su importancia está testificada por los edificios que la rodean: Palazzo della Ragione, Casa Panigarola, las Escuelas Palatinas y la Loggia degli Osii.
Aprovecha la ocasión para descubrir un fenómeno particular: el eco de la logia. Párate junto a una columna de la Loggia dei Mercanti mientras una segunda persona se posiciona en la columna colocada oblicuamente. Si hablas al lado del pilar, descubrirás que tanto tú como el otro pueden escuchar cada palabra. Se cree que este sistema era utilizado por los mercaderes.
10. Compra un recuerdo gourmet
En los alrededores de la Catedral se encuentra el templo de la gastronomía milanesa: Peck. Debe su nombre al praguense Francesco Peck que se mudó a Milán en 1883. Era un salumero y su tienda estaba especializada en embutidos y carnes ahumadas. La tienda se encuentra en Via Spadari 9, a escasos metros de la estatua ecuestre de Vittorio Emanuele II.
En la actualidad, Peck propone los mejores productos del made in Italy gastronómico: cubitos de paté con la inscripción “Peck” en relieve, ensaladilla rusa, vitello tonnato (filetes finos de ternera recubiertos por una salsa de atún y alcaparras), quesos frescos y curados, prosciutto, boletus y centenares de otros caprichos para el paladar. También cuenta con una excelente bodega con vinos tintos, blancos y espumosos.
¿Merece la pena alojarse en Piazza Duomo?
¡Claro que sí! Sin duda, esta plaza es el lugar más icónico de la ciudad y no hay nada mejor que poder divisar la silueta de la catedral desde la habitación. Claramente, los precios son acordes a la zona.
Ten en cuenta que por la noche no suele haber mucho ruido (excepto si hay alguna manifestación o evento) ya que los locales nocturnos están concentrados en otras zonas.
¿Necesito coger el metro para recorrer el centro de Milán?
No necesariamente. A poca distancia del Duomo se encuentran diversos monumentos y puntos de interés. Caminando a lo largo de Via Dante llegarás fácilmente para visitar el Castillo Sforzesco de Milán, una fortaleza rodeada por el histórico parque Sempione.
También puedes visitar la terrorífica iglesia de San Bernardino alle Ossa. En su interior esconde un osario cuyas paredes están decoradas con miles de huesos humanos. Se encuentra en Piazza Santo Stefano.
En las proximidades de la catedral se levanta un edificio mundialmente famoso: el Teatro de La Scala. Aquí se exhiben los máximos exponentes de la lírica y la danza y sin duda merece la pena asistir. Para más información, te recomiendo leer el post sobre las entradas y cómo visitar el Teatro de La Scala por dentro.