Qué ver en el interior del Palacio Ducal de Venecia

Al hablar del Palacio Ducal es hablar de uno de los principales atractivos turísticos de Venecia, parada obligatoria para todo los visitantes, es casi imposible encontrar la Plaza San Marcos sin turistas ni siquiera en épocas de poca afluencia. La razón de la popularidad de esta singular edificación se debe a dos causas principales: la impresionante belleza de su arquitectura y la gran cantidad de obras de arte que alberga en su interior.

Si ya tienes tus entradas para el Palacio Ducal , a continuación te expongo cuáles son aquellos elementos destacados que no te deberías perder, de forma que puedas disfrutar aún más el recorrido.

Ubicado en la que en otros tiempos fue una oficina técnica encargada de las tareas de mantenimiento en el Palacio, el Museo de la Ópera exhibe importantes piezas del pasado del palacio. A lo largo de la historia el Palacio Ducal ha sido reestructurado varias veces debido a incendios, fallos estructurales y el deterioro propio del paso del tiempo.

A partir de 1876 se puso manos a la obra con un gran plan restaurador : que abarcó las dos fachadas principales y los capiteles de la planta baja. 42 capiteles fueron reemplazados por copias, los originales después de una exhaustiva reparación fueron colocados junto con otras esculturas de la fachada en el Museo de la Opera. Este espacio es ideal para admirar de cerca detalles de piezas originales que en otros escenarios sería imposible ver.

El Palacio ducal se encuentra entre los monumentos más importantes de Venecia de la Serenisima. Si bien es cierto que todos los elementos que componen la fachada exterior del Palacio Ducal se corresponden a impresionantes hitos arquitectónicos y verdaderos íconos venecianos; no es menos cierto que el patio interior es igualmente impresionante. Desde esta zona puedes apreciar en un rápido vistazo las fachadas internas de las tres alas del Palacio.

La Porta della Carta es el elemento que conduce, a través del Arco Foscari, desde la Plaza San Marcos hasta el patio central. Toda la fachada del patio es una obra claramente renacentista con una rica sucesión de arquerías y ornamentos hechos a base de pilastras, frisos y óculos. Junto al Arco del Foscari está la bonita fachada del reloj, realizada en 1615 por Monopola.

En el Palacio ducal los detalles están allá donde mires; dos elementos destacados importantes son sus escaleras principales.

Escalinata de los Gigantes

Conecta el patio interior central del palacio con la lógica interna en el primer piso. Fue, en otros tiempos, el espacio donde se ejecutaba la tradicional ceremonia de coronación ducal. Coronada en la cúspide con dos estatuas colosales (los gigantes) quienes representaban el dominio de la gran Venecia sobre mar y tierra. Las estatuas talladas en Mármol por Sansovino representan a Marte y Neptuno y fueron colocadas en 1567.

Escalera de Oro

Llamada también Escalera Dorada, es la continuación natural de la Escalera de los Gigantes y se encuentra al interior del Palacio. Recibe su nombre a raíz de las ricas decoraciones en estuco blanco y pan de oro que recubren la bóveda colocada sobre la escalinata interior ejecutados por Alessandro Vittoria. A lo largo de dos tramos, la escalera dorada conecta el piso de la logia con los dos pisos superiores y en cada de ellos es recibida por un vestíbulo con grandes ventanales.

Construido a lo largo de 15 años entre el 1340 y el 1355, El Salón del Gran Consejo es considerado el espacio interior más impresionante del Palacio, tanto por su tamaño como por sus proporciones armoniosas y su rica decoración. Fue utilizado como la sede de la cámara del Parlamento veneciano lo que implica que, a lo largo de siglos, todas las decisiones de peso que involucraron a la ciudad fueron tomadas aquí.

Cuando visites el Palacio Ducal y la Sala del Maggior Consiglio deberás poner especial atención al techo, lleno de paneles pintados a mano por Veronese representa la ciudad venecia rodeada por los dioses y siendo coronada por la Victoria. En cuanto al arte de las paredes se podían encontrar obras de pintores como Bellini, Tiziano y Pisanello pero gran parte de tu trabajo se destruyó en el incendio de 1577.

Ubicada en el segundo piso del Palacio, el nombre Quattro Pote hace referencia a las cuatros puertas, adornadas con fino mármol y hermosas esculturas, que sirven de acceso al salón, y uno de los recursos arquitectónicos más bellos de todo el salón. Fue diseñada por uno de los arquitectos venecianos más importantes de la época, Andrea Paladio; al interior de sala podrás encontrar en el techo frescos de Tintoretto y en las paredes pinturas de Tiziano y Tiepolo.

Antes del incendio esta sala era la sede del Colegio donde se ejecutaban las reuniones del señorío, posteriormente pasó a ser la sala de espera para las audiencias del Senado y la Signoria.

En otros tiempos, el Salón del Anticollegio fue el espacio de honor que precedía a la residencia de la Signoria. Los elementos decorativos y arquitectónicos de este salón son, igualmente, resultado de los trabajos posteriores al incendio, tomando como base los diseños de Palladio y Rusconi.

En cuanto al arte del salón nos encontramos ante una magnífica bóveda cubierta con estucos ricamente elaborados y frescos de Paolo Verones. Destacan por su atractivo e importancia para la historia del arte los lienzos colocados en las paredes donde se exhiben obras de algunos de los más destacados artistas venecianos del siglo XVI, como fueron Tintoretto y Jacopo Bassano.

La Sala del Colegio es el espacio dentro del Palacio Ducal donde se ejecutaban las reuniones del Gabinete bajo la presencia del Dux; en este lujoso salón es también se recibían las visitas importantes. La armonía que exhibe su rica decoración interior y los detalles allá donde se miren le han sido merecedora del título del salón más hermoso del Palacio.

Destacan en el interior varios elementos interesantes como la bóveda del techo cuyas once pinturas se consideran el trabajo más famoso y destacado de Paolo Varonesse; las obras a su vez enmarcadas con elaboradas tallas en madera de talentosos artesanos como Francesco Bello y Andrea da Faenza.

Presta especial atención a la gran pintura veronesa de 1578 que se exhibe en este salón y donde se muestra al dux agradeciendo la victoria sobre los turcos, y finalmente los murales de Tintoretto y sus alumnos adornan las paredes del lugar.

La Sala delle Quattro Porte es el área que da acceso a la Sala del Senato, un salón suntuoso con hermosos decorados que sirvió como punto de reunión para el Senado veneciano. En este lugar se tomaron se definieron los lineamientos políticos y todo tipo de decisiones importantes que definirán la vida y el futuro de Venecia.

En el ámbito artístico, esta sala es descrita por los expertos en arte veneciano como “rica y solemne” debido a sus espléndidas incrustaciones y el uso del color dorado en la decoración. La sala fue diseñada por Andrea Palladio, al visitar este majestuoso espacio te encontrarás, como en el resto del Palacio Ducal, con obras de arte exquisitas de artistas como Tintoretto y Jacopo Palma.

No te vayas del Palacio Ducal sin visitar el Consiglio dei Dieci, un espacio que muestra un lado un poco más oscuro de la historia de esta hermosa ciudad. La Sala del Consejo de los Diez era una especie de tribunal estatal secreto que trabajaba en conjunto con la policía secreta veneciana para controlar todos los aspectos vinculados a la vida pública y privada de la ciudad.

En nuestros tiempos no queda nada del mobiliario original de la sala. Conformada por paneles en madera y pinturas exquisitas deberás prestar especial atención a los frescos en el lujo techo destacando entre ellos: “Júpiter lanzando rayos contra los vicios” de Veronese (una copia pues el original fue confiscado por Napoleón y se encuentra en el Louvre) y “Juno ofreciendo la corona ducal a Venecia” también de Veronese.

Si tienes un gusto por los objetos extraños de otros tiempos o si sientes algún tipo de interés por el pasado militar de Venecia, no dejes de recorrer el salón de la Armería en el Palacio Ducal.

Inicialmente utilizado como un sencillo almacén para los armamentos, hoy en día la sala ha sido reacondicionada y acomodada para presentar una colección extraordinaria de armaduras de los siglos XV Y XVI, ballestas, espadas y mazas. Aquí también encontrarás rudimentarias armas de fuego de la época, una de ellas llamada arcabuz considerada por los historiadores el precursor de la moderna ametralladora.

Considerada una de las obras maestras de la arquitectura gótica veneciana, lo primero que deberás admirar en el Palacio Ducal son sus imponentes fachadas. La pesada estructura parece hacer una alegoría a Venecia, donde la masa sólida que componen el último piso del palacio se levanta sobre delicadas columnas de mármol de istria.

Fachada hacia el muelle

Considerada una de las dos fachadas principales del Palacio, la fachada del muelle tiene 71,5 metros de largo y se desarrolla sobre 17 arcos. Los dos primeros niveles columnados coronan en la superficie con una imponente planta de mármol taraceado donde se colocaron elegante ventanas con arcos ojivales De este lado se localiza la entrada pública al palacio, a través de la Porta del Frumento.

Fachada hacia la Piazzetta

Siendo prácticamente idéntica a la fachada del muelle en cuanto forma y diseño, la fachada de la plaza es un poco más larga con sus 75 metros de longitud y se construyó en años posteriores.

Fachada hacia el Rio di Palazzo

El ala más reciente del complejo lo componen la fachada lateral hacia el Rio di Palazzo, mandada a edificar en el 1483 tras el incendio que devastó gran parte del Palacio Ducal. En esta fachada se colocó el famoso Puente de los Suspiros que conecta el Palacio con las nuevas prisiones.

El gran portón funciona como punto de enlace entre el Palacio Ducal y la Basílica de San Marcos. Su nombre se traduce al castellano como Puerta de la Carta y se cree que proviene de los tiempos en que los ciudadanos venecianos esperaban frente a ella para hacer entrega de sus peticiones a las autoridades.

Creada en el siglo XV por los hermanos Bon; es considerada, junto con Ca’ d’ Oro, como una de las mejores manifestaciones del estilo gótico florido veneciano. El majestuoso portón exhibe figuras ornamentales talladas a mano con una figura alegórica del dux Francesco Foscari arrodillado ante el León de San Marcos y las estatuas de Adan y Eva. El apartado escultórico decorativo del portón estuvo, en otra época, pintado de dorado; se complementa con las ornamentaciones de columnas, nichos y torreones.

El Puente de los Suspiros se construyó en 1614 con la intención de comunicar el Palacio Ducal con el edificio destinado a las Cárceles Nuevas. El puente atraviesa el Rio del Palazzo y su arquitectura exterior, que no puede ser apreciada en un recorrido interno, muestra claras influencias del barroco. Si quieres apreciar con detenimiento la arquitectura del puente deberás ir hasta la fachada del muelle, y subir al Ponte della Paglia, desde este punto se toman magníficas fotografías del Ponte dei Sospiri.

El singular nombre se acuñó a los pequeños ventanales que conforman la estructura cerrada del hermoso puente. Cuentan algunos relatos que por estos huecos de luz, los desesperanzados condenados observaban por última vez la hermosa laguna y suspiraban temerosos del destino que les aguardaba.

La entrada regular al Palacio Ducal , no incluye un acceso a la zona de las prisiones ni al espacio donde, en 1755, el intrépido Giacomo Casanova ejecutó su legendario escape. Sin embargo, algunos tours y excursiones privadas llevan a grupos pequeños de turistas a través de las celdas subterráneas, húmedas y tenuemente iluminadas del palacete.

El acceso a esta zona se hace a través del Puente de los Suspiros, catalogado como uno de los más bellos entre todos los puentes venecianos . Si tienes la oportunidad de recorrer las tenebrosas e inhabitables prisiones entenderás la desesperación y angustia de las almas condenadas que sufrieron en sus propias carnes la agonía del encierro.

En la celda número 10 del pozzi estuvo encerrado en 1549 Riccardo Perucolo acusado de herejía luterana durante los tiempos de la inquisición, años después se encontró una pintura de Ricardo enterrada entre la tierra y la cal.